BRASIL DE LA MANO DE MAGNANO
En un partido donde los horrores arbitrales estuvieron a la orden del día, Brasil logró imponerse 83-76 ante una Republica Dominicana, que se perdió en las protestas y las desinteligencias defensivas.
Rubén Magnano, DT de Brasil, nos había comentado 24 horas antes en una charla mano a mano, que el objetivo era llegar al día 10 y ganar, para volver a poner a los cariocas dentro de un Juego Olímpico algo que no sucedía desde Atlanta 96, y lo logró, con un equipo que respeto sus tres bases fundamentales, respeto, trabajo y compromiso. Porque si algo tuvo este conjunto brasilero a los largo de este Preolímpico fue justamente respeto, trabajo y compromiso.
Brasil, aprovecho su experiencia, con un Marcelinho Machado, clave cada vez que su equipo se quedaba sin gol, para poner sus bombas a desde las esquinas o desde esos temibles 45 grados, y un Marcelinho Huertas encendido que solo pudo ser controlado por momentos cuando su marca era Francisco García, sumado al juego de roce constante propuesto, fueron demasiado para una Dominicana que sufrió no tener un recambio de nivel.
Dominicana trabajó bien defensivamente y llevó el juego parejo y cerrado durante 30 minutos (57-62), con buenas aportaciones de Al Horford (18) y Jack Michael Martínez (18 y 15 rebotes), quienes además de anotar desgastaron a los internos brasileños y los cargaron de faltas. Cuando todavía quedan 9 minutos, Brasil tenía a 4 jugadores con 4 faltas: Tiago, Rafael, Guilherme y Marquinhos, pero su rival no profundizó convenientemente, como si no se hubiera dado cuenta de semejante situación de ventaja.
La última reacción dominicana se produjo cuando quedaban 33 segundos (76-80) por un triple de Ronald Ramón, pero Huertas selló desde la línea de libres el pasaporte a Londres y Brasil festejó a ritmo de samba un carnaval anticipado. Para los dominicanos queda el consuelo de poder participar del repechaje mundial a disputarse del 2 al 8 de julio en sede a confirmar.
Semifinal
Brasil (83): Marcelinho Huertas 19, Alex 8, Marquinhos 9, Guilherme 3 (x) y Tiago 3 (fi); Rafael 14 (x), Marcelinho Machado 20, Caio 5, Lima 2, Benite 0. DT: R. Magnano.
Dominicana (76): Flores 8, F. García 8, Báez 3, A. Horford 18 y JM Martínez 18 (fi); Ramón 13, Villanueva 8, O. Sánchez 0, Fortuna 0. DT: J. Calipari.
Parciales: 18-17, 39-36 y 62-55.
Arbitros: Pulk (Esl), A. Jordan (EE.UU.) y Melgarejo (Col).
Cancha: Polideportivo (9.200).
__________________________________________________________________________
GENERACION OLIMPICA
Argentina sufrió por demás para clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres, ya que el juego propuesto por Puerto Rico exigió al extremo a los dirigidos por Julio Lamas que finalmente se llevo el triunfo por 81-79.
El conjunto dirigido por Flor Meléndez, baso todo su juego en su pareja NBA, Carlos Arroyo y José Barea, quienes sumados a la altura de Daniel Santiago (2,16 m) complicaron a la defensa argentina.
El inicio del juego fue propicio para Manu y compañía, con un Scola intratable autor de 16 puntos en el primer cuarto pero las desatenciones atrás hicieron que los boricuas se agrandaran y achicaran por primera vez en el juego la diferencia. En el segundo cuarto, Puerto Rico acomodo su defensa según el base argentino, si era Pepe Sánchez, la zona era 2-3 y si era Prigioni cambiaba a 1-2-2, de esa manera se fue al descanso con ventaja, dejando en las 9000 almas que coparon el Polideportivo una extraña sensación de confusión al ver la sequia goleadora de Ginobili y Delfino, sumado a que el experimento de poner a Nocioni lesionado no había resultado tal como se esperaba.
La segunda mitad arranco con un conjunto argentino perdido en la cancha, llegando a estar 8 puntos por debajo en el tanteador, hasta que apareció un protagonista inesperado, Federico Kammerich que con una tremenda jugada que incluyo rebote ofensivo, doble y falta que él mismo capitalizo en punto, despertaron al león dormido.
A partir de allí, Argentina recupero la memoria, a Ginobili se le abrió el aro y destrozo a la defensa boricua con sus triples, con una ráfaga de 5 consecutivos, aprovechando las cortinas propuestas por Oberto, que entendía a la perfección la mirada del 5 argentino, sumados a otros dos de Prigioni, para sacar una diferencia de 77-66 cuando promediaba el último periodo.
Pero Puerto Rico no se rindió y recortó la ventaja en 5 minutos para igualar en 79. Entonces, después de tanta lucha de ambos lados, todo quedaba sujeto al acierto o al error del minuto final.
Oberto le provocó una pérdida clave a Santiago (a 1m13s); Manu acertó un libre y desperdició otro (80-79); Arroyo se quedó corto en el lanzamiento de 4 metros (a 25s), el rebote fue a manos de Delfino y Argentina suspiró. A 6s sufrió falta Prigioni, quien perdió el primer libre y metió el segundo. Barea, muy cerrado contra las líneas, se jugó el triple desesperado que quedó corto. Explotó el estadio, la gente lo hizo temblar, los jugadores se fundieron en un abrazo con su cuerpo técnico y prometieron ganar la final, frente a Brasil, el único verdugo del torneo.
Semifinal
Argentina (81): Prigioni 16, Ginóbili 23, Delfino 5, Kammerichs 3 y Scola 27 (fi); Nocioni 0, Jasen 5, Oberto 2, J. Sánchez 0. DT: J. Lamas
Puerto Rico (79): Barea 20, Arroyo 15, Galindo 2, R. Sánchez 0 y Santiago 16 (fi); Balkman 10, Narváez 5, Holland 11, A. Rodríguez 0, Alamo 0, Mojica 0. DT: F. Meléndez.
Parciales: 29-24, 40-44 y 66-60.
Arbitros: Bultó (Esp), Uslenghi (Uru) y Seibel (Can).
Cancha: Polideportivo (9.200).