El grupo de jugadores que era criticado por sus errores que lo hacían parecer más a un grupo de principiantes que al equipo que lidero el ranking mundial llegó a la segunda ronda de este Premundial y sacó a relucir esa chapa, esa mística, ese amor propio que solo los jugadores argentinos tienen y le propino una paliza a un rival siempre difícil como Canadá; que si bien no fue tan plasmada en el resultado (67-51), se notó en la defensa permitiéndole nada más que 51 tantos.
El juego de los de Hernández se apoyo para aplacar a los canadienses en Prigioni de gran defensa y mejor distribución, Kammerichs imparable en los rebotes y en el pivoteo, el eterno Leo Gutiérrez, quien reemplazó en la segunda mitad a un flojo Román González, clave en el goleo; y obviamente la labor del emblema de esta selección, Luís Scola, quien gracias a la gran tarea del equipo pudo descansar más tiempo del que lo venía haciendo en los primeros cuatro encuentros en los que promedio más de 30 minutos en cancha.
Ahora se viene México para ratificar la actuación de ayer y acercarnos un poco más a Turquía 2010.
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