“Gracias, los voy a llevar siempre en mi corazón”, fueron las últimas palabras de Martín Palermo, en lo que fue una despedida organizada con un año de anticipación se podría decir, porque Martín ya había tomado esa decisión hace tiempo y el futbol nuevamente se viste de luto ante la partida de uno de sus hijos que mayores alegrías le ha dado por ser goleador porque el futbol es goles y el Titán es sinónimo de GOL.
Palermo jamás fue un habilidoso, pero igual fue un crack, de eso no hay dudas y con el paso del tiempo al igual que nuestros abuelos diremos: “yo vi jugar a Palermo”. Y sus historias que tantas veces fue comparada con el guión de una película de Hollywood, se agrandaran al extremo.
Se me vienen a la cabeza distintos momentos, como el día en que erró los tres penales con la selección de Bielsa en la Copa América en Paraguay, o en su gol número 100, que lo convierte con los meniscos de su pierna rotos; o la semana previa a la vuelta de la semifinal de la Libertadores 2001 cuando el Tolo Gallego casi toreándolo a Palermo y a Bianchi dice: “si pone a Palermo, yo pongo al Enzo”; y Martín entro faltando poco para terminar el juego y anota su gol 101 y el juez termina el partido y empieza a escribir su leyenda, sus dos goles al Real Madrid para quedarse con la Intercontinental frente a los galácticos.
Otro cuando se le cae la pared en Villarreal festejando un gol, a su retorno de Europa el gol de mitad de cancha frente a Independiente, el increíble gol de cabeza a Montoya en la bombonera, lo que habla de su oportunismo y su calidad. También cuando se vistió de héroe en la noche fría del Monumental, cuando en la última jugada le dio medio pasaporte a la Selección dirigida por Maradona y con Messi en cancha y para cerrar en la noche de Sudáfrica entro por Diego Milito frente a Grecia y en la primera hizo el gol y se convirtió no solo en el jugador más veterano en debutar sino también en convertir un gol en los Mundiales. Demás esta decir que es el máximo artillero de la historia de Boca en el profesionalismo y que comparte, por ahora, el quinto puesto en el ranking histórico del fútbol argentino junto a Sanfillippo, lo que marca lo grande que es.
Se lo ha llamado con infinidad de apodos, Loco, Titán, San Martín de Los Milagros, pero el que más se adecua a su estilo es Optimista del Gol, porque él jamás a dejado de ser eso, un optimista, el siempre creyó que podía llegar a esa pelota que era humanamente inalcanzable, por eso y por tantas alegrías, desde este humilde lugar, GRACIAS MARTIN.
Alejandro Maldonado Casamajor
Periodista Deportivo.
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