Desde hace un tiempo la culpa de todos los males en Boca es Riquelme, pero realmente es así, veamos.
Román volvió a principios de 2007 como una clara estrategia política de cara a las elecciones por un lado nacionales (se votaba para Presidente de la Nación) e institucional, darse el gusto de traer al ídolo en desgracia en el Viejo Continente y de paso sumar votos para las elecciones de 2008; y los resultados no pudieron ser mejores, subcampeón domestico y nuevamente monarca continental, con el “10” como emblema del equipo dirigido por ese entonces por Miguel Ángel Russo.
Hábiles como pocos dirigentes en el futbol local, Pompillo y Macri decidieron redoblar la apuesta y comprarle el pase de Riquelme al Villarreal con la intención de que pudiera participar del Mundial de Clubes a finales del 2007, pero los popes del conjunto español demoraron lo suficiente la transferencia, a tal punto que Román tuvo que ver la final con el Milán (2-4), como una gentileza ante el desprecio mostrado por el crack argentino hacia la institución española.
Luego de esa dura derrota se lo responsabilizo del alejamiento de la dirección técnica de Russo, hecho que jamás fue del todo aclarado. En 2008 asume un viejo conocido por él, Carlos Ischia, pero la dura eliminación en semis de la Libertadores lo vuelve a poner como foco de conflicto en el plantel por una supuesta pelea con Migliore, que termina con el alejamiento del guardameta.
Boca logra ganar el Apertura 2008 en una remontada impresionante, pero entre medio surgen dos cuestiones extra futbolísticas, la muerte del Presidente Pedro Pompillo y un conflicto, esta vez entre Ischia y Caranta, quien pierde el puesto y en las últimas fechas entra el juvenil García, sin embargo Boca se lleva el título en triangular en el que Román, se pierde el último partido por acumulación de amarillas pero igual termina siendo el héroe por la forma en que se gana esa tarjeta. A partir de allí el conjunto de la ribera no ganó un título más.
Pasan en estos casi más de dos años, seis entrenadores (Alves (2 veces), Pompei (2 veces), Ischia, Basile, Borghi y ¿por ahora? Falcioni), se dejo de apostar a las inferiores a tal punto que hoy por hoy solo García es de la nueva camada de juveniles y los directivos xeneises salieron a buscar soluciones cuando debieron apostar por lo que había en casa, compraron a: Caruzzo, Insaurralde, Cellay, Lucchetti, Somoza, Rivero, cuando bien podrían haberle dado el espacio a jugadores como Maidana (hoy en River), Cahais (Racing), Roncaglia (Estudiantes), Forlin (Español de Barcelona), Erbes, Chávez y Colazzo (suplentes en Boca).
Pero el periodismo solo se ocupa de responsabilizar al “10”, primero por el sueldo que gana, después por el contrato que firma, más adelante si el equipo con él en cancha pierde marca, y si se lleva bien con tal o con cual, fundamentos para centrar el problema en un “ídolo” y no ver lo mal que se están haciendo las cosas desde la desaparición física de Pompillo.
Porque Boca desde 1995 hasta 2008 fue una entidad modelo que se codeaba con los grandes de Europa, a tal punto que el representativo xeneise en la Liga Nacional de Básquet en ese periodo participo de seis finales conquistando tres de ellas y que cuando quedo eliminado de la temporada 2008/09 a manos de Peñarol de Mar del Plata, comenzó a vivir problemas económicos que hicieron dudar su participación en la siguiente temporada a tal punto que casi sobre el inicio de la 2009/10 firmo un acuerdo con Aero Chaco para ceder su localia y jugar toda la temporada regular en la Provincia del Chaco, asumiendo aún más costos por los traslados de los jugadores al litoral argentino y como consecuencia teniendo una discreta temporada y en esta 2010/11 los problemas han empeorado y el conjunto de la ribera lucha por la permanencia en el fondo de la tabla.
Pero claro es mucho más simple agarrárselas con Riquelme porque es el ídolo de la gente y como tal despierta amores y odios en partes iguales, los “bosteros” lo aman y le justifican todo y los “anti-boca” lo defenestran.
Volvamos a los hechos en estas cuatro fechas el mejor Boca sin dudas se vio frente a Godoy Cruz, pero claro el lapidario 1-4 hace insostenible cualquier defensa de la propuesta, ahora bien porque a Falcioni se lo castigo tanto por poner un doble cinco y un doble enlace frente a los mendocinos y que los goles justamente vinieron por las bandas desprotegidas, si Ramón Díaz propuso lo mismo frente a Racing y el conjunto dirigido por Russo le aplico la misma medicina y la prensa no dijo nada, pero claro es Boca.
Y el “Mundo Boca” es así, siempre se exige ganar, basta de esa mentira, se exige ganar desde el 98 para acá porque antes siempre se armaba como para pelear con compras exuberantes y después nada; y estos últimos dos años pasaron así, mucha compra pero nada de resultados, se dejo de lado otra parte del club que daba sus beneficios, como el básquet y nadie dijo nada, porque los problemas estaban en lo del vecino (River) pero esos problemas que eran ajenos pueden ser propios en cualquier momento, pero tranquilos, la culpa es de Riquelme.
Román volvió a principios de 2007 como una clara estrategia política de cara a las elecciones por un lado nacionales (se votaba para Presidente de la Nación) e institucional, darse el gusto de traer al ídolo en desgracia en el Viejo Continente y de paso sumar votos para las elecciones de 2008; y los resultados no pudieron ser mejores, subcampeón domestico y nuevamente monarca continental, con el “10” como emblema del equipo dirigido por ese entonces por Miguel Ángel Russo.
Hábiles como pocos dirigentes en el futbol local, Pompillo y Macri decidieron redoblar la apuesta y comprarle el pase de Riquelme al Villarreal con la intención de que pudiera participar del Mundial de Clubes a finales del 2007, pero los popes del conjunto español demoraron lo suficiente la transferencia, a tal punto que Román tuvo que ver la final con el Milán (2-4), como una gentileza ante el desprecio mostrado por el crack argentino hacia la institución española.
Luego de esa dura derrota se lo responsabilizo del alejamiento de la dirección técnica de Russo, hecho que jamás fue del todo aclarado. En 2008 asume un viejo conocido por él, Carlos Ischia, pero la dura eliminación en semis de la Libertadores lo vuelve a poner como foco de conflicto en el plantel por una supuesta pelea con Migliore, que termina con el alejamiento del guardameta.
Boca logra ganar el Apertura 2008 en una remontada impresionante, pero entre medio surgen dos cuestiones extra futbolísticas, la muerte del Presidente Pedro Pompillo y un conflicto, esta vez entre Ischia y Caranta, quien pierde el puesto y en las últimas fechas entra el juvenil García, sin embargo Boca se lleva el título en triangular en el que Román, se pierde el último partido por acumulación de amarillas pero igual termina siendo el héroe por la forma en que se gana esa tarjeta. A partir de allí el conjunto de la ribera no ganó un título más.
Pasan en estos casi más de dos años, seis entrenadores (Alves (2 veces), Pompei (2 veces), Ischia, Basile, Borghi y ¿por ahora? Falcioni), se dejo de apostar a las inferiores a tal punto que hoy por hoy solo García es de la nueva camada de juveniles y los directivos xeneises salieron a buscar soluciones cuando debieron apostar por lo que había en casa, compraron a: Caruzzo, Insaurralde, Cellay, Lucchetti, Somoza, Rivero, cuando bien podrían haberle dado el espacio a jugadores como Maidana (hoy en River), Cahais (Racing), Roncaglia (Estudiantes), Forlin (Español de Barcelona), Erbes, Chávez y Colazzo (suplentes en Boca).
Pero el periodismo solo se ocupa de responsabilizar al “10”, primero por el sueldo que gana, después por el contrato que firma, más adelante si el equipo con él en cancha pierde marca, y si se lleva bien con tal o con cual, fundamentos para centrar el problema en un “ídolo” y no ver lo mal que se están haciendo las cosas desde la desaparición física de Pompillo.
Porque Boca desde 1995 hasta 2008 fue una entidad modelo que se codeaba con los grandes de Europa, a tal punto que el representativo xeneise en la Liga Nacional de Básquet en ese periodo participo de seis finales conquistando tres de ellas y que cuando quedo eliminado de la temporada 2008/09 a manos de Peñarol de Mar del Plata, comenzó a vivir problemas económicos que hicieron dudar su participación en la siguiente temporada a tal punto que casi sobre el inicio de la 2009/10 firmo un acuerdo con Aero Chaco para ceder su localia y jugar toda la temporada regular en la Provincia del Chaco, asumiendo aún más costos por los traslados de los jugadores al litoral argentino y como consecuencia teniendo una discreta temporada y en esta 2010/11 los problemas han empeorado y el conjunto de la ribera lucha por la permanencia en el fondo de la tabla.
Pero claro es mucho más simple agarrárselas con Riquelme porque es el ídolo de la gente y como tal despierta amores y odios en partes iguales, los “bosteros” lo aman y le justifican todo y los “anti-boca” lo defenestran.
Volvamos a los hechos en estas cuatro fechas el mejor Boca sin dudas se vio frente a Godoy Cruz, pero claro el lapidario 1-4 hace insostenible cualquier defensa de la propuesta, ahora bien porque a Falcioni se lo castigo tanto por poner un doble cinco y un doble enlace frente a los mendocinos y que los goles justamente vinieron por las bandas desprotegidas, si Ramón Díaz propuso lo mismo frente a Racing y el conjunto dirigido por Russo le aplico la misma medicina y la prensa no dijo nada, pero claro es Boca.
Y el “Mundo Boca” es así, siempre se exige ganar, basta de esa mentira, se exige ganar desde el 98 para acá porque antes siempre se armaba como para pelear con compras exuberantes y después nada; y estos últimos dos años pasaron así, mucha compra pero nada de resultados, se dejo de lado otra parte del club que daba sus beneficios, como el básquet y nadie dijo nada, porque los problemas estaban en lo del vecino (River) pero esos problemas que eran ajenos pueden ser propios en cualquier momento, pero tranquilos, la culpa es de Riquelme.